Barcelona, 23 de octubre de 2025 – El mundo del fútbol se ha detenido esta tarde en un instante de profundo dolor. Hace apenas 30 minutos, el FC Barcelona publicaba un comunicado oficial en sus redes sociales, expresando sus “más sentidas condolencias” al joven mediocampista Lamine Yamal por la trágica pérdida de su madre, Sheila Ebana.

El mensaje, acompañado de una foto en blanco y negro de Yamal abrazando a su madre en un partido del pasado mes de julio, rezaba: “Hoy el Barça llora con Lamine. Sheila fue el pilar de un guerrero que nos inspira cada día. Todo nuestro amor y apoyo para ti, familia. Descansa en paz”. La noticia, confirmada minutos después por el propio Yamal en un breve vídeo en Instagram.

La publicación de Yamal desató una avalancha de solidaridad global, recordándonos que detrás de cada crack hay corazones frágiles. Sheila Ebana, originaria de Guinea Ecuatorial, era más que una madre: era la arquitecta de la resiliencia de Lamine. Crió sola a su hijo en el humilde barrio de Rocafonda, Mataró, trabajando en empleos precarios.

Desde camarera en un McDonald’s hasta educadora infantil, Sheila sacrificó todo por el futuro de su hijo, pagando cada sesión de fútbol en La Masía. En una entrevista con DAZN, Yamal recordó cómo su madre siempre le enseñó a ver lo bonito, incluso en los momentos difíciles, preparándole arroz con pollo antes de cada partido.

En los últimos años, Sheila había ganado visibilidad en TikTok, con vídeos virales bailando junto a Lamine y su medio hermano Kenay. Uno de esos vídeos alcanzó más de 13 millones de vistas en febrero de 2025. Su calidez contrastaba con la fama creciente de su hijo, siempre defendiendo sus orígenes ecuatoguineanos.
El trágico accidente ocurrió alrededor de las 14:00 horas en la carretera C-32, cerca de Vilassar de Mar. Según los primeros informes de la Guardia Urbana, Sheila viajaba sola en su coche cuando un neumático reventó, provocando una salida de vía y colisión frontal. Fue declarada muerta en el acto, pese a los esfuerzos de los servicios de emergencia.
Mounir Nasraoui, padre de Lamine, fue el primero en alertar a las autoridades y se encuentra con su hijo en el hospital de Mataró. Yamal pasó la noche allí tras recibir la devastadora noticia. En un vídeo, con la voz quebrada, el joven de 18 años confesó: “Estoy destrozado. Mamá era mi todo, mi fuerza en los días malos. Te quiero eternamente”.
El vídeo, subido a las 17:30, ya ha acumulado más de 5 millones de visualizaciones, con miles de comentarios de apoyo inundando la red. Los mensajes de ánimo no se hicieron esperar. Hansi Flick, técnico del Barça, suspendió el entrenamiento y viajó de urgencia a Mataró: “Lamine no es solo un jugador, es familia”, declaró.
Compañeros de equipo como Pedri y Fermín López dedicaron palabras de apoyo a través de X. “Hermano, aquí estamos. Tu madre estaría orgullosa”, escribió Pedri. Luis de la Fuente, seleccionador de España, también dedicó un tuit: “El fútbol pierde una madre valiente; Lamine, gana un ángel guardián”. Incluso rivales como Jude Bellingham y Kylian Mbappé enviaron coronas al velatorio.
El funeral de Sheila está previsto para mañana en la mezquita de Mataró, donde se fusionarán las tradiciones musulmana de Mounir y católica de Sheila. Esta pérdida llega en un momento dulce para Yamal, quien renovó su contrato con el Barça hasta 2031, marcando 12 goles en lo que va de temporada. Su nombre suena fuerte para el Balón de Oro juvenil.
Pero también revive sombras familiares. En 2024, Mounir sufrió un apuñalamiento y, más recientemente, se generó polémica por un evento en Londres donde Sheila asistió a una cena VIP de 800 euros, lo que generó críticas sobre “explotar” la fama de su hijo. A pesar de todo, la familia paterna ha defendido a Sheila, resaltando su rol vital en la vida de Lamine.
El tío de Lamine declaró en Telecinco: “Sheila era familia para todos, pese a los divorcios. Lamine la protegía siempre”. El club ha anunciado oficialmente el duelo, con brazaletes negros en el próximo Clásico y apoyo psicológico para el jugador, que también pospuso su entrevista post-Betis debido al luto.
En un deporte de efímeros triunfos, esta tragedia recuerda la fragilidad humana. Lamine Yamal, el niño prodigio que debutó a los 15 años y ganó una Eurocopa a los 16, ahora enfrenta su mayor batalla sin su madre, su ancla emocional. “Jugaré por ella”, prometió en su emotivo vídeo. El Camp Nou lo recibirá de vuelta con brazos abiertos.
Hoy, el fútbol calla, pero mañana rugirá en su honor. En medio del dolor, la familia de Yamal sigue unida, demostrando que, más allá de los trofeos y las victorias, la verdadera fortaleza proviene del amor y el apoyo mutuo. Sheila siempre estará con él, guiándolo desde lo alto. Descansa en paz, Sheila. Tu luz sigue viva en Lamine.
El legado de Sheila Ebana no solo vivirá en las memorias de su familia, sino también en la trayectoria de su hijo, que continuará luchando en su honor. En cada paso que dé en el campo, en cada gol que marque, el espíritu de Sheila estará con él, guiándolo en su camino hacia la grandeza.
El apoyo de sus compañeros de equipo y de la afición es una muestra de la unidad que puede crearse en los momentos de tristeza. En el fútbol, como en la vida, los verdaderos lazos se forjan no solo en los triunfos, sino también en los momentos más difíciles. El Barça estará siempre con Lamine, como una familia.
Este momento de dolor será recordado por todos los que siguen el fútbol, no solo por la tragedia, sino por la forma en que la comunidad deportiva se ha unido para apoyar a Lamine Yamal en su pérdida. Un recordatorio de que, detrás de cada atleta, hay seres humanos con historias profundamente conmovedoras.
Con el paso del tiempo, el nombre de Sheila Ebana será sinónimo de sacrificio y amor incondicional, lo que permitió que Lamine llegara hasta donde está ahora. Ella, como madre y como persona, fue una inspiración para todos los que la conocieron. Su legado vivirá a través de su hijo y su carrera.
